Los limacos son por ejemplo los caracoles y las babosas, moluscos herbívoros de hábitos nocturnos cuya presencia puede llegar a la categoría de plaga entrañando serios problemas para las plantaciones. Además de en el tratamiento de la carcoma, estamos especializados en otro tipo de plagas como puede ser esta. Por eso queremos ver algunas curiosidades sobre los caracoles.
El ataque de limacos llega a ocasionar graves pérdidas en jardinería y en agricultura. Estos moluscos van raspando con su rádula la epidermis de hojas, flores, frutos, semillas, plántulas, ramas jóvenes e incluso partes subterráneas. Pueden incluso aparecer perforaciones y bordes irregulares.
El daño es similar al que provocan muchas larvas de insectos. Sin embargo, podemos identificar la plaga de la que se trata por el rastro de baba que dejan babosas y caracoles, muchas veces hasta manchando la hoja y en consecuencia mermando la calidad de la cosecha.
¿Cómo prevenir el ataque de caracoles y babosas?
En Adma Plagas siempre decimos que la prevención es clave. Durante el otoño los limacos depositan sus huevos en el suelo en el que hibernan, sobre 200 por individuo. En primavera, hay una pequeña eclosión y se transforman en pequeñas babosas o caracoles. Por eso, una de las maneras más efectivas de prevenir el ataque de la plaga es eliminando sus huevos.
Si esta medida de prevención no es suficiente hay otras formas directas de control. Por ejemplo, los molusquicidas. Si la plaga es muy extensa y el control difícil se pueden usar molusquicidas específicos y respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, los productos con fosfato de hierro. Se encuentra de forma natural en la naturaleza y actúa en la ingestión, engañando el sistema digestivo de las plagas y provocando el bloqueo de la alimentación. Es muy eficaz para todas las variedades de limacos, incluso cuando hay lluvia y tiene el certificado para su uso en explotaciones de agricultura ecológica.
Queremos terminar este post con algunas curiosidades sobre el caracol. Por ejemplo, que se mueve por contracciones musculares ondulatorias que recorren la cara inferior del pie. Su velocidad media es de 1 o 2 centímetros por segundo. Por eso, si se moviese sin parar, tardaría una semana en hacer un kilómetro. Otro dato curioso es el relativo a su reproducción. Los caracoles suelen copular en primavera y en otoño en las zonas templadas y de noche (incluso durante 7 horas). Tras la fertilización, hacen un agujero para plantar los huevos, que eclosionan a los 15 días. ADMA Plagas dispone de otros servicios como tratamiento de termita en Madrid o tratamiento contra la procesionaria en Madrid.